La relevancia de las actitudes sexuales en la salud sexual y en la actividad sexual ha sido demostrada en numerosos estudios (p.e., Carvalho, Veríssimo y Nobre, 2013, 2014; Lemer, Blodgett-Salafia y Benson, 2013; Murray-Swank, Pargament y Mahoney, 2005; Rinehart, Yeater, Musci, Letourneau y Lenberg, 2014; Sierra, Vallejo-Medina, Santos-Iglesias, Moyano y Sánchez-Fuentes, 2014).
Con está introducción comienza la interesante tesis doctoral de Andrea Blanc Molina titulada “Conceptualización y medida de las actitudes hacia comportamientos sexuales en distintos grupos etnoculturales y su relación con el proceso de aculturación”, en cuyo tribunal tuve el honor de participar junto con el Dr. Moshe Tatar de la universidad de Tel-Aviv y la profesora Leticia de la Fuente y de la que a continuación se puede leer el resumen. Andrea hizo una exposición excelente y recibió un merecido “cum laude”.
En general, los estudios han mostrado que las personas con actitudes sexuales más positivas tienen mejor funcionamiento sexual, realizan menos conductas sexuales de riesgo y son más activas sexualmente que las personas con actitudes sexuales más negativas. La influencia de la cultura en la sexualidad y el fenómeno de las migraciones también han conducido al desarrollo de estudios que relacionan las actitudes sexuales con el origen etnocultural. Diversas investigaciones han hallado diferencias en las actitudes sexuales entre distintos grupos etnoculturales (p.e., Ahrold y Meston, 2010; Eisenman y Dantzker, 2006; Fugère, Escoto, Cousins, Riggs y Haerich, 2008). Las personas de origen caucásico y africano son las que tienen actitudes sexuales más permisivas y las personas de origen asiático son las que tienen actitudes sexuales menos permisivas. Sin embargo, estudios recientes no han mostrado diferencias en las actitudes sexuales entre distintos grupos etnoculturales (p.e., Crawford, Leiting, Yeater, Verney y Lenberg, 2017). Estos estudios apuntan a que variables como el origen etnocultural podrían estar dejando de tener influencia en contextos multiculturales y otras variables como el proceso de aculturación podrían estar cobrando mayor relevancia en estos contextos. A pesar de ello, los estudios que han analizado la influencia del proceso de aculturación en las actitudes sexuales son escasos (Ahrold y Meston, 2010).
El objetivo general de esta tesis doctoral fue conceptualizar y medir las actitudes sexuales en distintos grupos etnoculturales y relacionar dichas actitudes con el proceso de aculturación. Para la consecución de este objetivo, nueve objetivos específicos fueron propuestos. El primer objetivo fue delimitar el constructo actitudes sexuales. Tras una revisión de la literatura, se consideró que este constructo es muy amplio y está formado por diferentes objetos actitudinales que se corresponden con los diferentes componentes de la sexualidad. Debido a que los comportamientos sexuales son un componente central de la sexualidad y los instrumentos que miden exclusivamente las actitudes hacia comportamientos sexuales son escasos, se desarrolló una nueva medida de actitudes hacia comportamientos sexuales. Para la construcción de la nueva medida, se siguieron las distintas fases que indica la literatura psicométrica para la elaboración de test. Por ello, el segundo objetivo fue delimitar el constructo actitud hacia comportamientos sexuales tanto a nivel conceptual como para su medida. En la propuesta para la medición de actitudes hacia comportamientos sexuales se incluyeron comportamientos sexuales específicos de diferentes tipos y en distintos contextos. Además, como novedad en el campo de la medición de actitudes sexuales, donde predomina la Teoría Clásica de los Test, se utilizaron diferentes modelos psicométricos para el desarrollo de la nueva medida, como la Teoría de Respuesta a los Ítems. El tercer objetivo fue analizar las propiedades psicométricas de la nueva medida de actitudes hacia comportamientos sexuales, denominada Escala de Actitudes hacia Comportamientos Sexuales (EACS), desde la Teoría Clásica de los Test. Debido a la relación de las actitudes sexuales con la actividad sexual, el cuarto objetivo fue proporcionar apoyo empírico de la capacidad predictiva de la EACS para la experiencia sexual, y compararla con la capacidad predictiva de la Encuesta de Opinión Sexual. Para poder aplicar la EACS en diferentes contextos lingüísticos y culturales, el quinto objetivo fue adaptar y analizar sus propiedades psicométricas en una muestra de jóvenes residentes en Canadá. Para verificar si los ítems podían contribuir diferencialmente a la medida de las personas, el sexto objetivo fue comprobar mediante un método centrado en los estímulos (el procedimiento de pares comparados de Thurstone) si seis ítems (estímulos) referentes a comportamientos sexuales tienen diferentes valores escalares en un continuo de valoración actitudinal. El séptimo objetivo fue aportar evidencias de validez de un modelo teórico para la medición de actitudes hacia comportamientos sexuales a través de un mapa de personas e ítems proporcionado por un modelo de la Teoría de Respuesta a los Ítems. Tras la construcción de la nueva medida de actitudes hacia comportamientos sexuales se plantearon los dos últimos objetivos específicos. Estos objetivos fueron comparar las actitudes hacia comportamientos sexuales según el origen etnocultural y analizar el efecto del proceso de aculturación en dichas actitudes.
Para la consecución del primer objetivo, se realizó una búsqueda bibliográfica sistemática de documentos que contienen instrumentos de medida de actitudes sexuales (Estudio 1). En esta búsqueda bibliográfica se identificaron 55 instrumentos heterogéneos para medir actitudes sexuales que pueden ser clasificados en tres tipos. Aunque los documentos donde estos instrumentos son incluidos hacen referencia a las actitudes sexuales, el contenido de los instrumentos muestra que ellos no siempre miden lo mismo. Para la construcción de la nueva medida de actitudes hacia comportamientos sexuales se consideró la propuesta para la medición de actitudes hacia comportamientos sexuales (segundo objetivo). Para lograr el tercer objetivo, la EACS se aplicó a dos muestras de jóvenes en dos formatos de aplicación: papel y lápiz y computarizado (Estudio 2). Los resultados mostraron que la EACS posee adecuadas propiedades psicométricas en ambos formatos. Para alcanzar el cuarto objetivo, se aplicó la EACS, la Encuesta Revisada de Opinión Sexual y un checklist sobre experiencia sexual en una muestra de jóvenes (Estudio 3). Se encontró que la EACS tiene mayor capacidad predictiva para la experiencia sexual que la Encuesta Revisada de Opinión Sexual en personas con una orientación heterosexual. Para la consecución del quinto objetivo, se adaptó la EACS y se aplicó junto con otros instrumentos en una muestra de jóvenes residentes en Canadá (Estudio 4). Los resultados mostraron que la versión adaptada en inglés de la EACS tiene adecuadas propiedades psicométricas, tal y como ocurre con la versión española. Igualmente, su estructura factorial coincide con la de la versión española. La estructura factorial de la EACS está formada por cinco factores relacionados (con un único factor de segundo orden): comportamientos sexuales diádicos frecuentes con pareja ocasional, comportamientos sexuales diádicos frecuentes con pareja estable, comportamientos sexuales en solitario y uso de material erótico, comportamientos sexuales no convencionales y comportamientos sexuales a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Para lograr el sexto objetivo, se aplicó un cuestionario sobre valoración de comportamientos sexuales a una muestra de la población general (Estudio 5). El escalamiento de los estímulos (comportamientos sexuales) mostró que tienen diferente peso en el continuo actitudinal. Los estímulos referentes a comportamientos sexuales convencionales tienen menor peso (se valoran más positivamente) que los referentes a comportamientos sexuales no convencionales. Para alcanzar el séptimo objetivo, se aplicó la EACS en dos muestras de jóvenes empleando dos versiones con diferentes alternativas de respuesta: con tres y con cinco alternativas (Estudio 6). La localización de los ítems en los mapas de personas e ítems mostraron evidencias de validez favorables del modelo teórico propuesto para la medición de actitudes hacia comportamientos sexuales. Los ítems indicadores de comportamientos sexuales diádicos frecuentes con pareja estable son los que menor peso tienen en la medida y los ítems indicadores de comportamientos sexuales no convencionales y a través de las TIC los que más peso presentan. Para la consecución de los dos últimos objetivos, se aplicó la EACS y medidas de aculturación
Conceptualización y medida de las actitudes hacia comportamientos sexuales en distintos grupos etnoculturales y su relación con el proceso de aculturación a distintos grupos etnoculturales en Estados Unidos (Estudio 7). Aunque no existen diferencias en las actitudes hacia comportamientos sexuales entre los distintos grupos etnoculturales (persona de origen blanco/caucásico, latino/hispano, africano o afroamericano y asiático), el proceso de aculturación está relacionado con dichas actitudes. Específicamente, el proceso de aculturación tiene un efecto directo en las actitudes hacia comportamientos sexuales y modera la relación entre el género y dichas actitudes.
Finalmente, tras presentar las limitaciones y las posibles líneas de investigación futuras, se destacan las principales aportaciones y conclusiones de la tesis doctoral. La primera contribución es la delimitación del constructo actitud hacia comportamientos sexuales. Tras definir las actitudes sexuales, se consideró que la actitud hacia comportamientos sexuales es una parte relevante de las actitudes sexuales. Además, se ofreció una definición del constructo actitud hacia comportamientos sexuales y una propuesta de los comportamientos sexuales para la medición de este constructo. La segunda contribución es la nueva medida de actitudes hacia comportamientos sexuales construida. Esta medida que incluye los comportamientos propuestos, posee adecuadas propiedades psicométricas desde la Teoría Clásica de los Test, tiene capacidad predictiva para la experiencia sexual, está adaptada en diferentes contextos lingüísticos y culturales y se encuentra respaldada por un modelo teórico que utiliza un modelo psicométrico de medición conjunta (basado en la Teoría de Respuesta a los Ítems). La última contribución es la influencia del proceso de aculturación en las actitudes hacia comportamientos sexuales y la inclusión del nuevo ámbito de aculturación: el ámbito sexual.