El Dr. Juan Carlos Kusnetzoff, miembro permanente de la Academia Internacional de Sexología Médica hace las siguientes reflexiones sobre “el Amor y las historias”.
Abundan las historias de amor romántico. Diferenciado, nítidamente, del amor que sentimos hacia nuestros padres, hijos, parientes, en general.
El Amor romántico, es un tema de miles de filmes de Holywood, y en miles de canciones populares. Quiero significar, que el amor romántico es tan poderoso, que las autoridades políticas y religiosas, de todas las épocas y culturas, han intentado controlarlo por el miedo a que, desbordado masivamente, pueda alterar el orden existente.
No es necesario subrayar su importancia decisiva en la felicidad de las parejas de toda condición y origen. Negar la existencia del sentimiento de Amor, ha inspirado a autores de verdaderas piezas clásicas como Shakespeare en su “Romeo y Julieta”, o la mismísima Cleopatra, envenenada con una serpiente y Ofelia, que muere loca.
El Amor y la proximidad emocional, se encuentran entre los primeros atributos que suelen dar los seres humanos, como fundamento para tener relaciones sexuales. Será lógico preguntarnos entonces, que poseen esos sentimientos tan universales y tan fuertes, provocadores de miedo, desesperación, felicidad, alegría, cuyo final suele ser una felicidad extrema o un final trágico. Qué propiedades tienen esos sentimientos, que los científicos actuales, comparan algunos estados amorosos, con desordenes cerebrales similares a la adicción de sustancias o, incluso, a la acción tóxica de una droga?
Indaguemos algunos elementos en búsqueda de entender algo sobre el Amor.
Algunos investigadores psicológicos, describen el Amor como una mezcla de intimidad, pasión y compromiso.
La intimidad se encuentra ligada a la proximidad y la intensa conexión afectiva.
La pasión, remite a la intensidad de los sentimientos románticos y los deseos sexuales hacia otra persona.
El compromiso, el tercer componente señalado, exige tomar decisiones, tanto en el corto, como en el largo plazo. Este componente, es considerado esencial en los vínculos amorosos, en particular, por las mujeres.
Lo cierto es, que en la mayoría de las personas, tener un cierto nivel parejo de los tres componentes, da como resultado vínculos estables a lo largo de los años.
Lo cierto es, que el estudio del Amor, puede radicarse en el ámbito de la literatura o la poesía, o dejarse en manos de científicos.
En éste último aspecto, un grupo de neurólogos, exploraron mediante electro encefalogramas, a personas expuestas a escenas ligadas a un ser querido, u otras de celos, y otra escena funcionando de control de las otras: un cuarto absolutamente vacío. Una mitad de los participantes en la exploración, pasaban por momentos de intensa pasión, en tanto la otra mitad, no tenía relaciones sentimentales con nadie.
Los investigadores encontraron enormes diferencias en cada grupo de participantes. Los enamorados, tuvieron registros cerebrales “como si tuvieran una casa a cuestas”; compararon al amor apasionado, como un “caos mental”, con todo lo que ello significa.
Se llegó, incluso, a medir el consumo de oxígeno de las neuronas, frente a experiencias de enamoramiento. Hubo un consumo de oxígenos enorme, en las áreas tradicionalmente ligadas a la depresión, el miedo y la ansiedad. Un registro en menor intensidad, en las áreas asociadas al pensamiento crítico, lo cual explica que una persona estando enamorada, muchas veces se encuentra “en el aire”, distraída, sin poder concentrase.
Algunos científicos, frente a estos experimentos, designan al Amor, como una droga. Una droga similar a la anfetamina; es decir, un efecto euforizante, con períodos de insomnio y fluidez rápida del pensamiento. Este efecto “drogal amoroso”, lamentablemente, dura un período breve de tiempo. Y el individuo suele extrañar ese estado, cuando, luego de algún tiempo, el estado de enamoramiento, desaparece. He aquí explicado muy sucintamente, la posible situación en que se encuentran algunas personas, buscando casi permanentemente, con diversas parejas, ese estado transitorio de euforia, “suspensión aérea” que la química del enamoramiento ofrece.
Ese “desorden mental” que el enamoramiento ofrece, hace que muchas personas se sientan en “el ojo de la tormenta”, o en medio de un “torbellino emocional”, cuando están enamoradas. Suelen pasar horas pensando en el ser querido de manera obsesiva, en forma muy similar a las que padecen un TOC (trastorno emocional obsesivo)
Ya sea definido e investigado como una agradable emoción, o un “cóctel” se sustancias químicas, el Amor en sus aspectos poéticos o químicos, es persistente en el tiempo y universal en su dispersión geogáfica.
Si bien la “droga” que es el sentimiento amoroso, “ataca” por igual a hombres y mujeres, se constata fácilmente, que los hombres se dejan arrastrar mucho más fácil y más rápidamente por la apariencia física, en tanto las mujeres tienen un abanico mucho más amplio, demorando mucho más en el proceso de atracción.
Concretamente, el llamado “amor a primera vista”, es muchísimo más común en hombres que en mujeres.